La corriente impresionista supuso la ruptura definitiva con el academicismo y los conceptos artísticos que, con más o menos variantes, estaban arraigados desde el Renacimiento. No fue una ruptura brusca, podrían encontrarse antecedentes en autores anteriores como Constable, Turner, Velázquez o los flamencos, todos ellos maestros de la luz y creadores de atmósferas envolventes.

Pero fue la Escuela de Barbizon el semillero inmediato del fenómeno cuyos miembros acudieron al exterior, analizando el paisaje, desdibujando contornos y enfatizando la luz y la distancia para resolver sus inquietudes.

En 1863 Edouard Manet presentó Déjeuner sur l’herbe (Almuerzo en el campo) en el Salón Oficial de pintura de Paris, obra rechazada por el jurado junto a muchas más. Esto levantó fuertes protestas entre los artistas. Para apaciguar los ánimos, Napoleón III habilitó un espacio alternativo y paralelo que se conoce como el Salon des Refusés (Salón de los Rechazados), en él, Manet expuso su pintura y nuevamente recibió duros comentarios.

La tensión entre la crítica y la producción de los pintores jóvenes continuó hasta que en 1874 se realizó la primera exposición impresionista en el estudio del fotógrafo Nadar. El rechazo y la ironía se hicieron sentir nuevamente pero de todo ello nació el nombre que hasta hoy los distingue.

¿Cómo era la pintura de este grupo que causó tanto escándalo? ¿Cuál es el legado que dejó? ¿Por qué el Museo d’Orsay está conmemorando este acontecimiento por todo lo alto?

Estas y otras preguntas acompañarán una conversación ilustrada acerca de los fascinantes orígenes del arte contemporáneo.

Contexto histórico

Contexto artístico

Historia del Musée d’Orsay

La perfumería del Musée du Carnavalet

Influencias: artistas admirados, tecnología de la era industrial (pintura au plain air) estampas japonesas (ukuiyo-e), fotografía

Las mujeres impresionistas

La moda impresionista

Los jardines impresionistas

La metrópolis impresionista

¿Qué y dónde ver expresiones cercanas al impresionismo en Uruguay?